De la re-areperización venezolana
Luis Barragán
Inevitable trabalenguas, apuntamos hacia la recuperación de un país que dejará de serlo en las manos de la actual dictadura. La arepa o el pan de maíz, marca también una doble ruta para superar el marasmo que nos impide efectivamente llegar al siglo XXI.
Necesitamos recuperar la antes vigorosa y exitosa industria del maíz, asediada y saboteada como su siembra, venciendo al régimen que, inconcebible, promovió la masiva y desleal importación de sus productos. Modelo de negocios, éste, que se ha hecho corruptamente de los últimos estertores del (ultra) rentismo, por cierto, traicionando la tan mentada soberanía y seguridad alimentaria, con una descarada impunidad.
En un sentido, la re-areperización significa salvar la diaria y básica dieta del venezolano que, además, la ha integrado a su propia identidad, ahora faltante en su mesa como nunca antes había ocurrido aún en medio de todas las guerras y escaramuzas históricas que creímos superadas por siempre. La reindustrialización de la arepa, nos remite a varios problemas que, inicialmente, podemos resolver a través de la libre competencia y competitividad, más allá del vacío discurso de las buenas intenciones.
En otro, la re-areperización contribuirá a la recuperación de los valores fundamentales que caracterizan al venezolano, los cuales todavía intenta demoler el régimen de inflada retórica. Nos servimos de un ejemplo reciente, con motivo del Arepazo o Día Mundial de la Arepa, idea e iniciativa de muy cercanos amigos, que – ante todo – rinden testimonio de una extraordinaria solidaridad y civismo que, enorgulleciéndonos, ha crecido en muy pocos años.
Extendiéndose a más de 35 países, 70 ciudades, más de cien locales de emprendedores venezolanos, con el festejo en otros espacios libres y seguros como ya no tenemos acá, serán tres días por el huso horario que la arepa avivará el sentido de pertenencia, cordialidad y reconciliación tan indispensable. Basta con curiosear en el portal oficial (http://diamundialdelaarepa.com/el-dia-mundial-de-la-arepa) para constatar un fenómeno que sintetiza el deseo de salvar a la propia república.
El día nueve de los corrientes, en Venezuela adentro, diferentes ciudades repitieron el ejercicio de una ciudadanía atenta y responsable. En la ciudad capital, con el generoso aporte de una empresa privada que llegó sola a ofrecerse (Lista Arepa), más de seis mil unidades fueron distribuidas en los sectores tan brutalmente hundidos en la miseria.
Tuvimos ocasión de compartir con Sara Lizarraga, Rafael Mourad y otros amigos ya de muchos años, la actividad que impulsan tan comprometida y entusiastamente. Previamente, repartieron miles de arepas, incluyendo a los ancianos de un empobrecido asilo que ya no tienen fuerzas para asaltar – duele decirlo – un basurero, como la dictadura lo ha impuesto.
Valga acotar, las donaciones para elaborar y rellenar las arepas, no vinieron de personas a las que les sobran los alimentos, sino a los que, haciendo un sacrificio que no se entiende fuera de las enseñanzas del Evangelio, se desprenden de lo poco que tienen para aliviar, en lo posible, el hambre del prójimo. Ya no sabemos cuán profundo puede caer el país, pero lo cierto es que, por siempre conmovidos, nos resistimos, porque esto no es otra cosa que resistirse, firmemente escudados por nuestros más caros valores, principios, creencias, convicciones y gestos.
Transitando una difícil etapa de la vida nacional, aprendiendo de una amarga experiencia, surge – puede decirse – la arepeidad, como una reveladora condición del venezolano que es también emprendimiento y solidaridad. Clave ésta para alcanzar otros estadios, no olvidando jamás lo que hizo esta dictadura que ha pretendido amurallarnos espiritualmente.
Fotografía inicial: Colegio de Ingenieros (Caracas, 09/09/2017). Entre otros, Rafael, Kemel y Andrea Mourad, Sara Lizarraga, Rodney Castro, Soraya Gross, Eduardo Valero, Juan Carlos Pérez, Domingo Di Domizio. Día Mundial de la Arepa.
11/09/2017:
http://www.opinionynoticias.com/opinionnacional/30770-de-la-re-areperizacion-venezolana
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