martes, 4 de enero de 2011

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EL NACIONAL - Lunes 03 de Enero de 2011 Escenas/2
Viajar sin ver y escribir volando
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

No sé si se cumplirá el vaticinio de Bolaño ("la literatura del siglo XXI le pertenecerá"), pero sí que es ya una voz de atención en la nueva narrativa del continente.

Autor de El viajero del siglo, Andrés Neuman ofrece hoy su trabajo más reciente: Cómo viajar sin ver (Alfaguara, 2010), un conjunto de textos que revelan la imagen de una Latinoamérica en tránsito; esa que recorre el escritor durante el año en que viaja para presentar su novela, premiada por la prestigiosa editorial, por todas y cada una de las capitales latinoamericanas, una penitencia que debe cumplir cada uno de los triunfadores del certamen.

En conocimiento de la cruenta exigencia pautada por los itinerarios apresurados y por las estadías veloces, el escritor buscará escribir volando, reproduciendo el mismo ritmo en que transcurra su propia existencia de vedette literaria, y buscará volar escribiendo un libro que observará las realidades de nuestro continente, entendiéndolas fugaces y volanderas, saltarinas hijas del relámpago en su lectura veloz de la tormentosa realidad histórica de la tierra americana: "La idea consistía en tomar notas literalmente al vuelo. Si viajaba volando, así debía escribir. Si iba a pasarme meses en aeropuertos, hoteles, lugares de paso, lo verdaderamente estético sería aceptar ese punto de partida y tratar de buscarle su propia literatura. No forzar la escritura sino adaptarla a ese tiempo, a los tiempos. Así la forma del viaje y la forma del diario serían idénticas".

Otra exigencia, en contra de la común manera de la ya muy sosa escritura testimonial, sería que el libro no "derivase en una crónica social del gremio literario, para mí uno de los géneros más autocontemplativos y aburridos que existen". En contraste, el convencimiento de que "hoy viajamos sin ver nada".

Portando estas intenciones y siguiendo casi siempre un patrón de exposición (o algunos patrones, más bien), reunirá dieciocho visiones latinoamericanas en tránsito, una para cada una de las capitales del continente y en un orden que señala el rumbo de un flujo: Buenos Aires (lugar de nacimiento de Neuman), Montevideo, Santiago, Asunción, La Paz, Lima, Quito, Caracas, Bogotá, Ciudad de México, Guatemala, Tegucigalpa, Miami, San Juan, Santo Domingo, Panamá, San Salvador y San José.

Respectivamente, una bienvenida y una despedida abren y cierran el volumen.

Son, en los dos casos, textos de tono filosófico sobre el hecho del viaje ciego, sobre la escritura de América, sobre la literatura transitoria, sobre el quedarse quieto o no, sobre el viajar en el mundo de hoy y sobre tópicos de enorme interés para entender al escritor viajero que escribe sobre el viaje y que deberá volver a escribir que escribió sin que la solución de esta continuidad pueda completarse.

En suma, una teoría de la razón literaria: "No creo haber escrito en este libro lo que iba observando. Más bien he observado porque escribía el libro. Se supone que un diario refleja nuestros pensamientos, experiencias y emociones. Nada de eso: los fabrica. Si no escribiéramos, la realidad desaparecería de nuestra mente. Nuestros ojos se quedarían vacíos".

El aplauso innecesario resuena para festejar al viajero que no ve y al escritor que vuela para aterrizar en sí mismo.


NOTA LB
: Contrastante diseño de portada. Figurativo y escasamente original, el diseño de portada la resta atracción a la obra. La nuestra, es una fotografía tomada ayer en una de las sucursales de la cadena librera caraqueña "Alejandría".

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