sábado, 10 de marzo de 2012

PASEO


PANORAMA, Maracaibo, 10 de Marzo de 2012 / País
“Iglesia no está para complacer a los Gobiernos”: sacerdote Luis Ugalde
Heilet Morales

El sacerdote jesuita Luis Ugalde puede pasearse del tema de la educación al de la política como si de pasar una página de buen libro se trata. Cree que la “Iglesia no está para complacer a los Gobiernos” y, aunque reconoce que el presidente Chávez acertó en poner “en el eje central a los pobres”, no se ruboriza a la hora de afirmar que la oposición “no puede volver al pasado”.

En Maracaibo para participar en la semana de la doctrina social de la Iglesia, el también exrector de la Ucab, visitó PANORAMA e hizo una férrea defensa de sus tesis sobre la educación como visagra de futuro para el país. “En los próximos diez años la batalla está en la educación”, afirma sin temor a que, en tiempos electorales, lo vinculen con el opositor Henrique Capriles, que también abandera la educación como herramienta de campaña.

— Usted asoma que hay un déficit de profesores para atender los niveles educativos por la falta de estímulos a la docencia, pero también hay un crecimiento en la inclusión en la educación en los últimos años?
— Eso es un hecho. En todos los niveles, por ejemplo, en el universitario, son más de dos millones de estudiantes (...) El remedio no es desmasificar, el remedio es buscar el talento para que responda. Lo mismo pasa en preescolar, no solo en Venezuela, también en América Latina (...) Si tengo los niños en las aulas, pero me faltan los profesores estamos perdidos.

— Entre sus propuestas está la complementación de familia, sociedad y Estado, como pilares en la educación, el Estado (a través del Gobierno) está cumpliendo su tarea, sopena de duras críticas de factores políticos, que hablan de ideologización...
— El Estado docente, que nació en 1940 con Luis Beltrán Prieto, ha evolucionado, en aquel tiempo era distinto al actual, porque la sociedad de hoy es mucho más pluralista, en aquel momento, había una sola universidad que formaba docentes, el pedagógico docente, hoy día hay 35 universidades que forman y la sociedad es democrática y plural.
Un Estado democrático tiene un papel distinto a un Estado como el de Cuba, donde no puede haber sino un texto, no puede haber sino profesores identificados con el régimen, en una sociedad plural el Estado tiene más responsabilidad, pero sin excluir, hay que producir la sinergia entre el papel de los padres y el papel de la sociedad (...).
La ideología siempre ha pasado en mayor o menor grado, antiguamenmte se quejaban de que los adecos controlaban el pedagógico, ese es un debate que siempre habrá, pero el hecho que más nos preocupa es el niño, no la imposición de una ideología. Ahora, entre los adultos en la universidad hay que discutir las diversas fórmulas, yo he sido profesor de historia política contemporánea y he enseñado marxismo durante 30 años, en una universidad católica y tenían que leer a Lenín, en primaria no. Aquí lo importante es no disminuir el papel del Estado, pero que la sociedad no se lave las manos, además, los valores fundamentales se enseñan en la casa. Lo importante es un consenso nacional en el que digamos que acá nadie sobra.

— ¿Qué hay: un cese de hostilidades o un arnisticio entre Gobierno e Iglesia?
— Percibo una voluntad, de parte y parte, para bajar el tono, de conversar, a todo el país le hace bien bajar el tono y conversar en las áreas en las que la sinergia puede ser muy importante.

Ahorita mismo, se ha vivido una tragedia en la salud del Presidente y al final todo el mundo, tendrá un color u otro, pero al mismo tiempo se siente venezolano, en general católico, cristiano y hay muchos más elementos comunes de entendimiento que los que a veces se ven, en este sentido sí creo que hay una voluntad, lo he conversado con obispos, de no echar leña al fuego y creo que de parte del Gobierno y del Presidente también.

— ¿Sin embargo, el año electoral pudiera ser propicio para las estridencias?
— Este año va a ser paradójico, por un lado se necesita de un acuerdo nacional, y por el otro en la campaña electoral, no solo se propone, sino también se ataca al otro, en ese sentido es muy importante que la Iglesia juegue ese papel de puente.

— El tema es que en el imaginario colectivo se asocia a la Iglesia con la oposición?
— En algunos sectores puede que sí, en otros no (...) Eso ha pasado siempre, recuerdo que fui director del centro Gumilla y a mi me negaron la nacionalización, en el “Caracazo”, me pusieron preso, acusándome de comunista, con Caldera también pasó, los gobiernos son sensibles a las críticas, eso ocurre porque la iglesia no está para bendecir gobiernos, está para acompañar a la gente, si tu ves una cosa y la dices, entonces los gobiernos son muy sensibles, no podemos dejar de decir las cosas cuando se trata de defensa de derechos humanos, de la calidad de vida, etcétera.

— Pasado el episodio de la salud del Presidente, que, paradójicamente, ha sido un punto de encuentro, volveremos a las peleas?
— No debería ser porque hay demasiadas tareas pendientes que nos necesitan unidos y sino lo hacemos y si no vamos unidos no vamos a resolver temas como el de la educación, entonces los chinos cerrarán nuestras fábricas, porque van a producir cantidad, a bajo precio. Tener una población bien educada, productiva hará que florezcan empresas.

— ¿Lo de los chinos es una crítica?
— Introduzco a los chinos no a manera de crítica, la verdad es que son capaces de hacer quebrar a cualquier país, si tienes una fábrica de estos pantalones y produces a 20, entonces viene el chino y te lo produce a 10 y tu estas cerrado, lo están logrando en todo el mundo, está sucediendo en Europa.

— ¿Cómo ve el año electoral?
— Creo que es un año para evaluar, a título personal, creo que el Gobierno ha tenido mucho acierto en poner el centro en el tema de la pobreza en general, con todo lo que implica; creo que en los medios no han sido asertivos (...) Creo que es el momento de evaluar los enfoques de la economía, el Gobierno tiene que evaluar qué cosas funcionan bien y cuáles no tan bien.

— ¿Y de parte de la oposición?
— Una cosa deben tener muy clara, no se puede volver al pasado. El país buscó al Presidente como el vengador de una traición que el partido del pueblo y otros hicieron ante el pueblo, pero la gente quería que se acabe con la corrupción y como se verá hay muchos hechos de corrupción que han aumentado, entonces no se puede pensar en volver al pasado porque tiene errores graves. Yo nunca voté por ningún partido de Gobierno.

— ¿Cómo pueden estar en las antípodas Gobierno e Iglesia cuando usted mismo ha confesado que ha puesto al más débil en el centro?
— En las antípodas no deben estar de ninguna manera. Una cosa es la intención y otra es lo que efectivamente se logra, creo que el Gobierno ha tenido muy buenas intenciones, creo que se equivocó en otros modelos y trajo de un marxismo anticuado, no es que sea marxista, no creo que el presidente Chávez sea ningún marxista, pero maneja modelos económicos que han fracasado en el mundo entero. Una cosa es querer el bienestar, pero si no logras la eficiencia nacional, no se disminuye la importación de alimentos, o de lo que sea, el día que el chorro petrolero disminuya quedamos guindando todos.

Fotografía: Américo Torres

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