domingo, 5 de junio de 2011

RESPIRACIÓN QUE QUEDA


EL NACIONAL - Sábado 04 de Junio de 2011 Papel Literario/4
Huellas en el agua
DIAJANIDA HERNÁNDEZ G.

Huellas en el agua es el nombre de la antología poética que recorre la obra de Juan Gelman desde 1956 hasta 2007. Publicado por Monte Ávila Editores, el libro agrupa textos escogidos de 21 libros del autor argentino.

Gelman --una de las voces fundamentales de la poesía contemporánea argentina y latinoamericana, renovador radical, fundador del grupo literario Pan duro, Premio Juan Rulfo, Premio Cervantes--, ha propuesto con su obra un modo de ser y estar en (con) la poesía, en (con) el mundo.

Desde Violín y otras cuestiones (1956) han trascurrido más de cincuenta años de camino poético, de bregar con la palabra y el mundo. Huellas en el agua plantea un camino por una poesía que se presenta como vía de conocimiento, que busca cambiar al mundo o al menos resistir.

Con la antología podemos asistir al cambio de una voz, a su evolución y recreación, pero vemos, sobre todo, cómo se reiteran las obsesiones del autor: el odio, la muerte, el amor, la poesía, la niñez, las mujeres, la verdad, la imaginación, la memoria, la palabra. Esos asuntos que, según Gelman, lo siguen sumergiendo en la abierta oscuridad de su sentido, obligándolo a buscar respuestas que nunca encontrará.

Entre las estrategias que emplea Gelman en su búsqueda está formular recurrentemente preguntas, lanzar interrogantes que tratan de dar con lo no dicho, que procuran esas respuestas que nunca encuentra, que buscan el sentido. En este propósito la mirada también juega un papel fundamental, el poeta observa y ve sobre lo cotidiano, sobre la mirada de los otros, "no ve los animalitos sino que mira al niño que ve animalitos".

Juguetear con el lenguaje es otra marca de la poética de Gelman: verbalizar sustantivos o, al contrario, sustantivar verbos, cambiar el género, el lugar o la función de las palabras, poner aparentes faltas ortográficas, modificar los significados; todo le sirve a Gelman para intentar nombrar y dar nombre a aquello que aún no lo tiene.

Un pequeño comentario aparte Sumergirse en la poética de una voz como la de Juan Gelman es algo maravilloso. En ese sentido, la antología de Monte Ávila Editores es una experiencia feliz. Ahora, lo que sí podríamos pedirle a la editorial es un poco más de cuidado en sus ediciones, sobre todo en lo concerniente a la producción. No se justifica que un libro llegue a las manos del lector con las páginas dobladas, mal cortado, con una mancha irregular y secciones del volumen cuya impresión está fuera de registro.

Y este libro no es el primero que veo de esta forma.

Nadie con un mínimo de sensibilidad y amor por la literatura puede estar en contra de que el Estado haga ediciones masivas, económicas y que publique autores y obras fundamentales. Pero tampoco nadie con un mínimo de sensibilidad y amor por la literatura puede justificar la falta de cuidado con la presentación del libro al lector.

No se trata de un asunto de dinero o posiciones políticas. Repito, es un asunto de sensibilidad, de respeto con el lector, con el autor y señores, con el oficio de editor o impresor.

Fotografía y nota: LB, hombrillo camino al aeropuerto de Santo Domingo, estado Táchira (03/06/11). Corre fuerte el agua. LLuvia que corre sobre las montañas. Dejamos huellas en agua, lluvia y montaña con la sola respiración.

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