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sábado, 18 de agosto de 2018

COMPLICIDAD CONCRETA

Ese es su derecho
José Pulido

Usted tiene derecho a tejer alabanzas para las dictaduras; usted tiene derecho a vitorear verdugos. Pero también es tiempo de que sea responsable: sepa que usted es cómplice de torturas y crímenes, de persecuciones y encarcelamientos, de genocidios y humillaciones.

Mire la sangre, sienta los gritos, pruebe esas lágrimas ajenas que ruedan por encima de su ropa.

Los criminales y usted andan en lo mismo.

Esto que usted ataca es lo que somos: vivimos pobres sin un mendrugo de justicia; cosechamos torturas sembradas por las manos que sus manos aplauden; nos besa la muerte en cada despedida; nos enjaulan para que nuestros sueños no alboroten.

Usted no es una complicidad abstracta: usted tiene nombre y apellido.

Y ha pregonado la masacre con alegría.

Y si nunca logra desempolvar una conciencia que se lo reclame, habrá una sociedad reservándole un puesto en el mismo banquillo donde serán juzgados
todos sus adorados criminales.

https://www.facebook.com/jose.pulido.777?hc_ref=ARSYT6wg9IC4NA-DJUf5Rx7YXe1RlijvDOFlhapQIchcGCAsOg-xRTIKewunEWb9qLo&fref=nf

domingo, 16 de mayo de 2010

TODOS SOMOS COMPLICES


(Lucas, 24: 46-53): en su homilía dominical, el Padre Adrián Setién (Capuchino) señaló que el evangelio de hoy, tiene dos relatos (el de los Hechos y Lucas) y hace referencia de que Lucas menciona la Ascensión dos veces, ¿cual es la importancia? Señala que con la Ascensión finaliza la vida pública de Jesús y comienza la misión de los discípulos. Refiere que Jesús existió en cuerpo humano, con los padecimientos y sufrimiento de hombre, lleno de vivencia, destinado a la plenitud de Dios como el nuestro: inédito futuro. Dignidad de lo humano, de la persona encarnada en cuerpo y alma que muere y que solemos olvidar. Y esto porque ante los homicidios de cada día que vemos en los diarios, ni siquiera hacemos ya una exclamación de horror. Nos hemos acostumbrados, aunque la mayoría de la población sea de bautizados, estamos animalizados, ya que todo lo vemos con normalidad la muerte violenta, las nuevas generaciones ya están acostumbradas a ver esta realidad brutal, bestial, intolerable. Las leyes llegaron a suprimir la pena de muerte como castigo, pero ahora está implementada esta pena para todos. Los venezolanos debemos protestar para que los políticos escuchen y puedan hacer algo. Todos somos responsables. Pasivamente observamos el desprecio a la vida humana y nos convertimos en cómplices.

Gracias a los discípulos que tomaron muy en serio a Jesús, que se comprometieron, conocemos su obra y su palabra. El cristiano tiene un privilegio: seguir la misión de Jesús, y para terminar realizó la siguiente pregunta, ¿Qué hacemos como cristianos?.

Imagen: Comteporary_Art_ acrilyc_Abstract_p

Auntes: MFSG