sábado, 2 de diciembre de 2017

INGREDIENTES

Yo putólogo
Nicomedes Febres

* Algún día el destino debía de alcanzarme y lo digo por las fotos donde aparece en unas imágenes en medio de una bacanal el presuntamente hermano de un dirigente del psuv en el oriente del país y que se han regado como pólvora en las redes sociales y que son las fotos de día. Cuando vi las imágenes solo se me ocurrió pensar: qué bolas, dejarse fotografiar así, y sin llegar al nivel de crítica, como pensando para mis adentros ‘eso yo no lo haría” y más nada; sin embargo un par de amigos lo comentaron en tono de reproche y eso me obliga a comentarlo más en profundidad. Lo digo y hago por ser un venezolano que puede demostrar su condición de putólogo reconocido al escribir el único tratado que existe de la historia de las prostitutas de Venezuela titulado Crónica de las Mujeres que inquietan a los Hombres, tal como las denominaba el obispo Mariano Martí cuando en labor pastoral las encontraba por todos esos caminos de Dios de nuestro territorio en aquellos 13 años de labor evangelizadora de tan santo hombre en la segunda mitad del siglo XVIII. El libro citado fue comentado por Miguel Henrique Otero, editor en cuestión, como un futuro clásico de la literatura venezolana y alabado por Elías Pino como un estudio de los bajos fondos de Venezuela. Aparte de eso, debo manifestar con la frente en alto, pero sin vanidad, que no soy cliente de esos serrallos desde mi adolescencia y sin que eso quiera decir que estoy en contra del amor mercenario o que aúpo la castidad como una virtud existencial, la cual respeto en los demás, pero jamás sería capaz de recomendarla y menos de practicarla, por lo que no pretendo darme de hombre virtuoso en ese sentido. Dios me libre. Pero hecho el marco del cuadro, entremos de lleno en la obra. Sin que involucre, ni de frente ni por mampuesto, al hermano del retratado o a gente del gobierno como tarek william saab y muchos otros, pero esas fotografías más que unas imágenes de la vida prostibularia o de una bacanal coyuntural, a la cual asistiría cualquier hombre promedio, bien por ignorancia, o por exceso de tragos, incluso por gusto, esas fotos son, repito, una expresión simbólica muy acabada de la actitud de este gobierno y los gobernantes de este país ante el pueblo y eso es grave porque muestra impudicia y desvergüenza, pues ningún hombre que se respete, ajeno al poder, ante un gobierno tan sinvergüenza y chantajista es capaz de dejarse retratar en cueros de esa manera y con tanto desparpajo, salvo que ese sea su medio natural desde su nacimiento y no tenga otra referencia moral sobre lo que debe ser la conducta masculina elemental. Tampoco me referiré a las damiselas allí retratadas ni a juzgarlas en razón de haber trabajado en las consultas antivenéreas de las unidades sanitarias en mi juventud y Dios me libre de volverme un viejo puritano que o por falta de oportunidades o por falta de hormonas nunca cayó en los pecados de la carne, que usualmente no eran pecados. Esas fotos muestran una abyección moral donde lo sexual pasa a segundo orden ante tanto desparpajo con los hombres sabiendo que los fotografiaban, de modo que no pueden alegar que no sabían de esas fotos, con botellas de champaña en la mano, bebiendo torpemente y con indiferencia ante el derroche de dinero cuando nuestra gente se está muriendo de hambre y de mengua. La actitud de los fotografiados muestra un degradado concepto del poder, porque allí, de una u otra manera, todos son enchufados y utilizan al poder para esos fines de modos tan mercenarios. No dudo que esas fotografías pasaran al grueso expediente moral que los venezolanos recordaremos de estos tiempos tan aciagos. Es en definitiva una foto iconográfica de lo que vivimos hoy.
* Escojo la foto más pudorosa de todas porque estoy harto de ser censurado por el puritano de facebook que me suspendió por copiar la hermosa foto de la esposa de Trump en cueros y una de las muchachas que se quitaron el sostén en las protestas de hace meses

Fuente:

Sobre el comercio
Nicomedes Febres

* De siempre mucha gente ha tenido una predisposición contra la actividad comercial, esa de comprar y vender, y eso viene de los españoles que vinieron a América con Colón. Eran campesinos bastos y cristianos de una cultura inferior enfrentados a hombres más cultos y refinados del sur de la península Ibérica donde predominaban judíos y moros. Cuando Madrid era un villorrio, Granada era una metrópoli que cayó en manos cristianas el mismo año de 1492. Los españoles de América eran soldados y campesinos que venían de vencer en la Reconquista religiosa y debían ser premiados con el saqueo del Nuevo Mundo para que no alterara allá el orden feudal, de allí ese afán de riqueza rápida y cruenta porque querían regresar a sus querencias ricos y poderosos como lo canta Juan en el primer acto de la zarzuela Los Gavilanes: No importa que el mozo fuerte vuelva viejo, si alegre el corazón salta en el pecho. No importa mi lucha por lograr el oro, si al cabo hoy vuelvo rico y poderoso. Esa fue la mentalidad de la Conquista e impregna a todas las etnias involucradas en lo que era la América española de entonces. Los que tuvieron suerte con el oro regresaron pronto al Viejo Mundo y los que no, siguieron buscando el oro y fueron sus hijos los que pretendieron regresar ricos y poderosos a allá, o urgidos pelando bola, o sea, nosotros los venezolanos de este éxodo causado por el chavismo. Nuestros aborígenes tenían un comercio muy rudimentario y así como cambiaban el oro por abalorios, también cambiaban niños, mujeres y esclavos por sal, pero no mucho más y cambiaban lo que no podían saquear que era su mecanismo favorito de acumulación chavista de riqueza como diría un marxista trasnochado. Los afro descendientes no eran sujetos de comercio sino objetos de comercio como esclavos. Fue solo después de la Conquista, cuando los españoles se asentaron en los bordes de la geografía y es que comienza la actividad comercial de manera tan rudimentaria que buena parte de la actividad comercial la desarrollan los capataces de las haciendas que eran usualmente mestizos hijos naturales de los señores amos de la tierra, o las cacicas indias favorecidas por los conquistadores por ser más útiles que los hombres aborígenes y el comercio era en base a cacao, casi todo de contrabando, o tabaco que el gobierno español solo permitía sembrar lejos de la costa porque la gente se lo vendía también de contrabando a los holandeses de las Antillas. Les he resumido casi trescientos años de la verdadera historia patria sin dorar la píldora. Los venezolanos aprendimos un poco a practicar el comercio poco antes de la Independencia cuando se fue la Guipuzcoana y nos inspiró la Revolución Francesa, y llegaron además los cultivos de café y caña de azúcar por la matachina de los blancos de La Española por los negros de Haití y esa fue la primera revolución burguesa nuestra, pero vino Boves con su igualitarismo y mandó a parar, luego de la Independencia vino Páez y propició el comercio por segunda oportunidad y vinieron los federales con Zamora y su igualitarismo ramplón y volvieron a mandar a parar. Guzmán desarrollo la tercera revolución burguesa hasta que llegó Gómez y se quedó con todo a título personal, desde los campos hasta las industrias y todo fue al mismo bolsillo. Con la muerte de Gómez, el general López Contreras al devolverle la riqueza del Benemérito a la nación y con la presencia ya de la renta petrolera comenzó lo que sería la cuarta revolución burguesa, pero vinieron los adecos con su igualitarismo y mandaron de nuevo a parar hasta que entre Pérez Jiménez y luego Betancourt se dieron cuenta de la realidad y continuaron lo planeado por López Contreras hasta que llegó Carlos Andrés uno y con su demagogia y populismo y hasta de manera simpática volvió de nuevo a mandar a parar esa revolución burguesa de López que había cogido cuerpo hasta con industrialización. Desde entonces hemos vivido entre golpes y traspiés, hasta CAP dos, el único que trató de enderezar el entuerto y la guachafita, hasta que vino la felonía del 4 de febrero que metió a Venezuela en el subsuelo del progreso. Así que les he explicado en una página toda la verdadera historia de Venezuela y su economía y después estos orates dicen que la solución es el socialismo. Que bolas.

Fuente:

Comprender a Venezuela
Nicomedes Febres

* Una de las grandes obsesiones para los venezolanos que intentamos comprender al país es entender porque somos como somos para cambiar el destino de la nación y hacer progresar a Venezuela entre todos. Una summa de sus brillantes reflexiones la tituló Comprensión de Venezuela el inmenso Mariano Picón Salas. Esa pregunta se la hacía con regularidad otro venezolano eterno como Francisco Herrera Luque en sus dos libros seminales para nuestra nación: La Huella Perenne y Los Viajeros de Indias, lo mismo escudriñó Isaac Pardo en los orígenes de la venezolanidad del siglo XVI en su monumental obra Esta Tierra de Gracia. Uno de los puntos que merecen más atención a nuestro parecer es el por qué en nuestros connacionales humildes hay tan profunda carencia de iniciativa para progresar. Uno ve que a Venezuela vienen gente necesitada de otras nacionalidades y todos ellos progresan en base a esfuerzo y ahorro. Ninguna prueba más fehaciente que el progreso de los inmigrantes venidos del sur de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, cuyos hijos constituyen hoy parte importante de las clases medias de Venezuela. y por qué ese ejemplo no se siguió?, lo mismo aconteció luego con la colonia portuguesa luego de la muerte del tirano Oliveira Salazar o con los emigrantes venidos de la Angola portuguesa. También con las colonias de sirios, turcos, libaneses, o los chinos venidos de Cantón a lo largo de todo el siglo XX. Lo mismo sucedió con argentinos, colombianos o chilenos y uruguayos venidos en los tiempos de la Gran Venezuela de CAP 1. Es tan evidente que eso es suficiente para desmontar la idea que en Venezuela la gente no progresa por falta de oportunidades. Otra idea seminal entre la pobrería venezolana, además de su falta de iniciativa, es esa capacidad de aceptación de la teoría de que sus problemas se deben a factores externos a ellos. Desde la peregrina idea desarrollada en la Teoría de la Dependencia expresada en los años 1960 como forma de explicar una teoría de la explotación de los humildes a la manera marxista para América Latina y defendida por los sociólogos del cono sur del continente y que impregnó las teorías políticas para la toma del poder, desde las marxistas puras, a aquella del libro que se puso de modo titulado Quién se comió mi queso. Todas esas creencias impregnaron la práctica política cotidiana que ayudaron a darle fuerza en el imaginario popular a que la causa de sus desgracias estaba fuera de su falta de iniciativa. Desde las teorías políticas social demócratas del 18 de octubre de 1945, o las legislaciones de inspiración laborista dentro de la industria petrolera que sirvieron de referencia al sindicalismo venezolano hasta las expresiones publicitarias de algunos gobiernos como el de CAP 1 detrás de la idea de que somos los hijos de Bolívar y no de nuestros padres, o en el actual, de palabras del negro Aristóbulo, donde sistemáticamente condenaba el espíritu de superación de algunos venezolanos que defendían el derecho a competir para alcanzar el éxito. Sobre este tema volveré otro día.
* En las últimas navidades siempre he tenido que comprar hallacas a alguna señora amiga que las hace para ayudarla y como en esa materia soy rajadamente oriental, las que más me gustan son las que hacía mi mamá y que ahora hace Anapina o mi hermana, entonces esas hallacas compradas se las regalaba a algún amigo. Ayer un par de amigos, profesionales ambos y gente conocida, me llamaron para pedirme que les regalara las hallacas para esta Navidad porque no tenían dinero como comprarlas. Aún estoy asombrado y entristecido.

Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario