El miércoles 16 de los corrientes, estuvimos en Capitolio TV, la nueva emisora interneteana de la Asamblea Nacional, dirigida por Miguel Ángel Rodríguez. Más equilibrada, porque la ANTV, desde su fundación, fue monopolizada por el oficialismo. Al respecto, recordamos, hacia 2002-2006, en la dirección nacional de COPEI, nos oponíamos a una iniciativa semejante que no fuese visada de acuerdo a algunas condiciones, pues, uno de los parlamentarios (de Portuguesa), amenazó con plantear y defender la iniciativa, algo que finalmente nunca ocurrió. Era algo privativo de los diputados, diría. Algo que no compartíamos, ante la indiferencia de otros sectores de la dirección. Además, lo comprobamos en el pasado período, ANTV únicamente entrevistaba en el estudio o en el hemiciclo a los suyos y quizá una única vez observamos en un programa televisivo de entrevistas, a un opositor blandengue. Ahora, si lo desea, el parlamentario del gobierno puede atreverse a la cámara de Capitolio, según entiendo y según él o ella acepte.


Por cierto, nos llamó la atención, que en la vieja sede legislativa hubiese todavía una vieja antena de bigotes quizá para que el recogelatero de estos días, en una ciudad tan desdentada (defensas, pasamanos y todo lo que tenga que ver con el aluminio y sus también escasos elementos asociados), se aventure a lograr algo tan escaso. Y es que, en Palacio, debe todavía conservarse algunos resquicios del pasado (útiles o utensilios), sobrevivientes a la estampida administrativa ya de muchos años, menos los papeles. ¿Cuántos documentos que pueden calificarse de históricos, no conocieron del basurero? No olvidamos ahora, por ejemplo, que al plantearse el proyecto de Ley de Comercio Electrónico que, no faltaba más, combatimos, hacia 2015, hicimosen la cámara el señalamiento de iniciativas concretas en materia de regulación digital. Por supuesto, en las diligencias de inicio, no conseguimos en las gavetas de la Asamblea Nacional, pieza alguna de las que indicamos, como los proyectos de Ley del Registro Público Electrónico, el de la publicación de las nóminas de empleados y de contratistas del sector público, el de la privacidad personal, etc.

Sobrevive asombrosamente, una antena de bigotes. Mas no, una importante documentación.
Estos son los tiempos que corren. Por ello, la urgencia de documentarlos.
Las redes sociales constituyen una magnífica agencia de recolección, pero no de preservación.
Por muy contemporáneos que sean los hechos y los planteamientos, tienden pronto a desaparecer.
Quizá todo esto explica la pertinencia de un blog que no sabemos cuántos lustros o décadas durará, aunque confiamos que la data perdurará en el ciberespacio de un modo u otro. La minería de datos será el oficio de mayor relevancia, entre los varios que ocupan las - por siempre - nuevas tecnologías de la comunicación e información.
Amanecerá y veremos.
A ajustarse bien los pantalones para el programa.
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