martes, 5 de junio de 2012

PREOCUPACIÓN

Estimada Lic. Morales:

Ciertamente, hay un nivel preocupante de inoperatividad de la Asamblea Nacional que puede agravarse con la consabida campaña presidencial. La bancada democrática de la oposición exhibe fallas o errores, como ocurre en toda obra humana, pero ha hecho un esfuerzo de reivindicación de la función parlamentaria a pesar de los obstáculos oficialistas y del inmovilismo al que condena a las comisiones permanentes.

Digamos, por una parte, que mantenemos el empeño de dar el debate, muy a pesar de esos obstáculos interpuestos y, por mucho que ANTV no goce de "rating", como también satisface al gobierno nacional, por lo que - a modo de ilustración -  los argumentos contra la segunda formalización del acuerdo sino-venezolano (Fondo Chino), tuvieron su impacto testimonial, el que irremediablemente - se dirá - puede darse para que no se suscriba con absoluta impunidad. Hay leyes aprobadas abusivamente, pero se ha dejado sentir la protesta; e investigaciones planteadas que, a pesar de no materializarse, el sólo anuncio compromete la honestidad gubernamental.

Personalmente, por otro lado, no he dejado de asistir a las reuniones de la Comisión de Cultura. Ya no es una sorpresa la demora y negligencia del PSUV para abordar el Proyecto de Ley Orgánica de la Cultura que está agendado desde 2011, aunque la oposición hizo sus propuestas básicas, o el desconocer la competencia de la Comisión a propósito de las denuncias concretas que se han hecho. Muy bien ilustra esta Comisión, la parálisis o el inmovilismo que desea hacer de las comisiones permantes, a lo sumo, una sucursal del gobierno para ventilar - una que otra vez - materias que les son inevitables, porque todo ministro - por principio - es ininterpelable o inconsultable.

En todas las campañas electorales, el trabajo parlamentario se resiente. Quizá por precedentes, ahora frecuentemente olvidados, como las polémicas y fallidas sesiones efectuadas durante el período comicial de 1968, antecedida por una complicadísima instalación del Congreso al principiar el citado año, hubo mayor disposición y consecuencia con el trabajo parlamentario a través de sus sesiones ordinarias y de la Comisión Delegada al atravesar a posteriori períodos semejantes. Hoy, hay responsabilidades impostergables de la oposición democrática que no impiden un nivel satisfactorio del trabajo parlamentario en la campaña electoral, pues, además de la existencia de los suplentes, muchos de ellos con una experiencia y calificación importante, resultado de los acuerdos unitarios del 26-S, las plenarias las celebramos - apenas - una vez a la semana, el escenario parlamentario sigue cobrando importacia y, en definitiva, por más que sea habiltado otra vez Chávez Frías, resulta inaceptable dejar ese escenario para que el gobierno ordene a su sucursal del PSUV en San Francisco, hacer lo que se le antoje: sobretodo, en el campo normativo al entender a la AN como una fábrica de leyes.

Coincido con la preocupación fundamental que  ha expuesto, compartida por todos los venezolanos, con un llamado implícito a la pronta rectificación y reivindicación de responsabilidades. No obstante, además de expresarle que hay disposición al trabajo, lo que está y estará en juego es la institución de la inmunidad parlamentaria. Creemos que ella, en el transcurso de la campaña electoral que seguramente será áspera por las perspectivas y realidades que ha de afrontar el gobierno, toda actuación y opinión de los parlamentarios de la oposición pueden llevar a un allanamiento, ya que - por motivo del propio trabajo en la Comisión de Asuntos Parlamentarios - William Ojeda estuvo punto de perder su investidura, como fue severamente amenazado - por un video que no deja constancia alguna - Richard Mardo. Por consiguiente, seguimos acercándonos a la hora de todos los peligros.


Reciba un cordial saludo,
LB


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