miércoles, 2 de mayo de 2012

LOT-ERÍA

De la reducción de la jornada laboral
Luis Barragán


Muy poco que sabe del augusto y democrático Decreto-Ley, amaneciendo significativamente el Primero de Mayo. Excepto que es un texto orientado al mitín autobusero de Caracas que, aderezado por la amenaza de retirar al país de la CIDH, redondeará un espectáculo con el sello nervioso del 7-O.

Todavía es poco lo que puede decirse del novísimo relacionamiento del trabajo en Venezuela, pildorizado por un presidente que tiene por principal herramienta una red social que no surgió – precisamente – de ese socialismo real que, en Corea del Norte, por ejemplo,  tiene por empeño una bomba atómica.  Chávez Frías “tubeó” a la audiencia con la reducción de la jornada a dos horas por semana, contrariando el fracasado proyecto de reforma constitucional de 2007.

El oficialismo ha soñado imponer una reducción diaria de ocho a seis horas de jornada, obligando las otras dos para el sistemático adoctrinamiento de los trabajadores. No hay una exacta motivación económica, desprendida del crecimiento de la productividad, ni psicológica, propiciando la desalienación efectiva, sino un propósito contundentemente político: forzar la adhesión de los venezolanos a un proyecto que nunca han definido, salvo esa retórica ampulosa y guevarista de siempre.

De manera que esa liberación del tiempo, escapa de toda vocación estrictamente laboral. Acogida una idea de Sergio Urdaneta, miembro de la comisión socialcristiana que ha estudiado la materia, la hubiésemos preferido y entendido como la oportunidad de una beca-trabajo para la calificación y promoción laboral de quienes aspiran a una superior responsabilidad, pero no como otra experiencia de sojuzgamiento, condicionamiento y  humillación de la persona humana.

Aspiramos que, prontamente, los especialistas del derecho del trabajo tomen por asalto este Decreto-Ley, por cierto, inconstitucional, explicando sus alcances. Ya hemos visto que, antes de la publicitación en Gaceta Oficial, fue muy poco lo que evacuó la prensa venezolana, incluyendo documentos de profundidad como el que planteó COPEI, dificultando las condiciones para el debate al que involuntariamente  nos obliga Chávez Frías: entre ellas, la sensibilización y el tratamiento sobrio de un delicadísimo tema.

Reparemos en tamaño descuido de la prensa que, por los intereses que corren en el gobierno o en la oposición, negada la ventilación misma a un documento partidista, por obra de prejuicios insuperados,  tienden a banalizar el asunto. Y, en propiedad, a reducir esa jornada de conciencia de los venezolanos sintetizada en la necesidad de encontrarnos a nosotros mismos, explicándonos el país anhelado y el que tenemos.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/11648-de-la-reduccion-de-la-jornada-laboral
Ilustración: Fernando Léger, "Las clavadistas circulares" (1942)

No hay comentarios:

Publicar un comentario