lunes, 9 de mayo de 2011

VERSOS, HUMOR, VIDA


EL NACIONAL - Lunes 09 de Mayo de 2011 Escenas/4
ANIVERSARIO Hace 10 años murió el maestro poeta
Jesús Rosas Marcano es recordado entre versos, prosa y humor
Enamorado de la poesía, casado con el periodismo y apasionado por la pedagogía, el autor enseñó a leer la prensa con incredulidad
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

El primer tubazo que Jesús Rosas Marcano escribió en su vida fue una entrevista con Lorenzo Capitán, sacerdote de la iglesia Don Bosco que había sido el confesor de la actriz italiana Gina Lollobrigida y otras personalidades en los años en que Marcos Pérez Jiménez gobernaba Venezuela y el margariteño nacido el 5 de mayo de 1930 era pasante en Últimas Noticias, bajo la dirección de Oscar Yanes. Para entonces ya había abandonado los estudios universitarios de periodismo, pero nunca pudo separarse de esa vocación.

El sábado se conmemoró el décimo aniversario del fallecimiento de este periodista, poeta y folklorista: con él se fue una fuerza literaria, pero también una era. En la última entrevista que le hizo Rubén Wisotzki para El Nacional, Rosas Marcano le dijo: "Ahora es que voy a florecer", y tuvo razón, porque su influencia aún puede sentirse entre los profesionales más atinados del país.

P de pedagogía, poesía y periodismo. En 1955 consiguió una beca para estudiar Metodología de la Investigación y más tarde cursó el diplomado en Sociología de la Investigación. Años después volvió al país con un recién descubierto gusto por la enseñanza que incorporó a su experiencia periodística. Terminó como un docente universitario que escribió la historia de la profesión, pues le dio clases a por lo menos dos generaciones de comunicadores sociales en el país.

Pero su verdadera vocación se hallaba en los liceos y especialmente vinculada al periodismo infantil, género que impulsó en Venezuela a través de colecciones como Ventana Mágica, Presencia Juvenil, La Pájara Pinta y La Voz de Catia, entre otras. Rosas Marcano hizo de la pedagogía su pasión al tratar de enseñar a los muchachos a leer el periódico con incredulidad, como aconsejaba Bertrand Russell a Jorge Luis Borges.

Rosas Marcano destacó también en la poesía, arte que mezcló con la vena humorística y el folklore.

El grupo Un Solo Pueblo popularizó algunas de sus letras, como "Botaste la bola", "Nadie ha visto negro como yo", "Quítame la mano", "Las campanadas de la catedral" y "Marcha de los pendejos".

Trabajó en varios de los medios impresos más importantes del país. Sus columnas fueron legendarias. Durante 20 años publicó en El Nacional "Capilla ardiente" con el seudónimo Cirio y otra que se llamó "Espuma de los días", que firmaba con el nombre de Hisopo.

En la década de los años ochenta comenzó su columna "Veinte días" en El Diario de Caracas. En 1999, en el periódico El Sol de Margarita, escribió una página semanal de humor que firmaba como Pata e’ cabra, lo que le permitió retomar la experiencia vivida como colaborador de El Camaleón, el suplemento humorístico de El Nacional.

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