martes, 12 de abril de 2011

DE LA TINTA QUE YA NO ENCUENTRA TINTERO


De la literatura partidista

Luis Barragán


Luego desaparecida al superarlo, hacia la década de los sesenta proliferó una magnifica literatura partidista pertinente al compás del conflicto existencial del sistema (el golpismo de derecha y la insurrección de izquierda). Hubo empresas editoriales que reclamaron una entera militancia política, comprometidas en la divulgación de las ideas adscritas a las diferentes corrientes ideológicas en pugna.

Esfuerzos ensayísticos de una dirigencia variada y preocupada, suplantado después por toda suerte de documentos, manuales, compendios e instructivos de la organización que surcaban las imprentas o los multígrafos de acuerdo a la demanda. Frecuentes papeles prácticos que acompañaban también la edición esmerada de los programas de gobiernos, los que se procuraban naturalmente contrastantes, reducido cada vez más los aportes individuales hasta – destintados – aprovecharse del reino digital que, por amplio, hace difícil distinguir el trigo de la cizaña.

Posible excepción, entre los ochenta y noventa aparecieron sendas entregas como el documento final del congreso doctrinario socialcristiano o la colección de folletos en la que se empeñó la fracción parlamentaria del partido. Un libro o un folleto suscrito por algún dirigente de los partidos existentes, no dependía ya del cumplimiento exacto de sus directrices o de los recursos propiamente partidistas.

La remoción decembrina de papeles en casa, nos permitió redescubrir – entre otros – a un autor que muy bien podía tratar de la cultura grecolatina o adentrarse en las concretas tareas partidistas, de acuerdo a los impresos que frecuentemente publicaba por cuenta propia. Una pieza extraña hoy en el medio, por increíble que parezca el retroceso político de los venezolanos, lleva por título “Técnicas de acción política” (acuñada por el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores, CENDA, Caracas, 1992).

Hermann Alvino, amigo de muchos años, aunque cordial adversario interno por ese útil abanico de matices que conoció COPEI, sin enemistar personal y políticamente a muchos, versa sobre la gerencia del partido, campañas electorales y gobierno. Conciso y directo se mete en cada uno de los aspectos de la vida partidista que prometen el éxito de sus objetivos fundamentales, asomando una concepción presta al debate.

En última instancia, tratamos de autores y materiales que hoy muy pocos conocen, por más ínfulas políticas expongan. Y de las entidades partidistas que desarrollaban una tarea importantísima como agencia de socialización, mediante polémicas apenas recordadas e impresos que – seguramente – ni la Biblioteca Nacional tiene o pretende tener debido al sesgo ideológico que la contamina.


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