sábado, 8 de enero de 2011

más de tres


EL NACIONAL - Sábado 08 de Enero de 2011 Opinión/6
A Tres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
Emeterio, Rivadeneyra y Lanz
JONATAN ALZURU*

El escrito de Emeterio Gómez del 02 de enero, me parece una buena excusa para explicar, una vez más, un asunto medular de la columna A Tres Manos, no tanto al economista que seguramente lo sabe, sino a todos los lectores.

1.- La columna que coordina Rigoberto Lanz fue un espacio que pensamos colectivamente algunos de los investigadores y amigos del Cipost ­Centro Post-Doctoral de la UCV­. El periódico nos dio la oportunidad de llevar a cabo la experiencia. Se trata de un espacio donde se tiene un animador de la discusión. Donde, en algunos casos, escribe de un tema sin referencia a nadie, en otros refuta o, en el mismo espacio, donde escribe otro resalta una idea y/o lanza una provocación para seguir la discusión. Queríamos dar la sensación de estar al calor del debate. Donde se hiciera patente, en un ámbito masivo, lo que caracteriza nuestra vivencia en el Cipost, que se resume en el lema de nuestra institución: El espacio donde se celebra la diferencia y el debate riguroso de las ideas.

2.- Siguiendo el mismo espíritu, me anima que Emeterio se incorpore a la discusión sobre el marxismo y posmarxismo entre Jorge Rivadeneyra y Rigoberto Lanz. Me parece exquisito que emita sus descargas. Pero (lo único que deseo acotar) él dice que es un irrespeto de Lanz escribir en el mismo artículo. Eso no, amigo. Es una lógica con la cual quizás puedes estar en desacuerdo, pero es una manera práctica de estimular el debate y la discusión. Para tu información y la de los lectores, Rivadeneyra, actualmente, dirige una investigación sobre transdisciplina en el Cipost y está adscrita, la realiza, dentro del Programa Postdoctoral que coordina Rigoberto Lanz.

Es decir, lo de la columna no es enemistad, ni falta de respeto, sino todo lo contrario.

3.- El artículo de Emeterio culmina interpelando a Rigoberto y, sobre todo, a sus discípulos o amigos más jóvenes sobre el asunto del chavismo.

¿A cuáles te refieres, estimado? La pregunta es pertinente porque los que hemos sido formados por Lanz o aquellos que hemos sido sus amigos o las dos cosas, no tenemos un club chavista ni antichavista. La mayor enseñanza del maestro Lanz, vital para este país y de allí la importancia de la columna A Tres Manos, es la cultura del debate. La amistad profunda o el respeto con el otro, independiente de sus maneras de pensar.

4.- Invito a los lectores, a partir de finales de este mes, a leer el libro publicado por el Cipost con la editorial Bid & Co, titulado Fragmentos de un hacer. Es un libro colectivo que se inicia con el último artículo que escribió el maestro Miguel Ron Pedrique (quizás el mejor intérprete venezolano de la obra de Hannah Arendt), donde reconstruye su amistad con Lanz y todas las críticas que le realizó durante su vida. Invito a leer eso, porque allí se puede percibir que lo de A Tres Manos no es un invento, una pose, para verse light dentro del régimen, sino una forma de convivir que hemos cosechado a pulso durante años. Por cierto, para mí es una honra dirigir el Cipost y no comulgo (como otros del centro) con el chavismo. Valga una cita del artículo de Ron Pedrique: "A partir de nuestro breve encuentro hicimos un pacto de caballeros de innovar en el sentido preciso de criticarnos hasta los confines últimos, más allá de la hipocresía. De esta forma inauguramos algo que el resto no entendía: el `antiprólogo’. Todo texto sería destrozado con analítica voracidad. En un país donde la crítica era del todo hospitalaria en el sentido de exaltar la amistad y cuando adversa se sabía enemiga en sentido estricto de la falacia ad hominen: lo critico porque no somos amigos. Nuestra polémica viajó a lo largo y ancho del país y el público no entendía que unos críticos acérrimos eran amigos sin escondida hostilidad. A lo largo de la existencia hemos coincidido pocas veces y, sin embargo, eso, como diría Arturo de Córdova, no ha tenido la menor importancia. Hoy, Rigoberto, apoya el `proceso’ y es uno de sus baluartes intelectuales y yo disiento en términos categóricos. Que se me haya escogido para hablar sobre su obra y él haya estado de acuerdo sólo apoya una vez más, el pacto diabólico de no darnos tregua".

¡Viva por ti, Miguel!
*UCV

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