2.- El Trueno, Caracas, 1885: Además de las gotas restauradoras y Candelario Pérez, es evidente la actividad delatora del diario en cuestión. Claro, con una diferencia: advierte de antemano que soplará la lista de esa caterva de mentirosos que deambulan por la Plaza Bolívar. Hoy, algo más que una advertencia, es el sistema público de medios el que hace el trabajo con pelos y señales de los opositores y disidentes, expuestos al desprecio y al escarnio público. En todo caso, valga el aviso para nuestros lectores. Tomen las previsiones necesario, no les vaya a tronar una pequeña sorpresa, distinta a un bolero romántico.
3.- Conciso, Caracas, 1837: No tenemos idea de lo que fueron las "canastillas" y tampoco precisamos cuál colegio hacia Las Gradillas, pero lo cierto es que hubo lo más cercano a una licitación en la ciudad de entonces. Sin dudas, los señores Uzcátegui y Guadalara, eran conocidos referentes de la cuadra. Faltando muchísimo para el 2017, quizá encuentre alguien ocasión de ofrecer sus servicios para una limpia contratación. ¿O quizá costará mucho lidiar con los concejales del siglo XIX?
4.- El Universal, Caracas, 1972: ¿Ya ha probado el método del profesor Casimiro Solares? Aún está a tiempo de probarlo. Claro está, luce un poco arriesgado intentar pagar, ensobrando cincuenta grandes bolívares para consignarlo en el apartado postal. Sin embargo, la peor diligencia es la que no se hace. En lugar de contar ovejas, Solares puede dar con una solución más barata, pues, sindicalizadas, pugnando por un contrato colectivo, ellas se han encarecido demasiado. Por cierto, no todo está perdido. Todavía se consiguen casas especializadas en el lavado de cortinas.
5.- Biliken, Caracas, 1921: ¿Ferencz se enteraría que más tarde hubo un cuchillo de diamantes? Especializado en un exigente ramo, ¿pudo competir con los afiladores a domicilio? Por cierto, ¿quién no recuerda a estos afiladores y el pito de varios tonos? Aunque posiblemente nunca será igual afilar un cuchillo de carnicero que un bisturí. Valga a curiosidad: ¿cómo y cuándo surgió la expresión de "tengo filo", como sinónimo de hambre? A lo mejor, Ferencz puede aclararlo.
Post-data: Colocados también en uno de los álbumes del grupo Caracas en retrospectiva (Facebook), Nicomedes Febres tuvo la amabilidad de aclarar el aviso del Conciso (1837): "Las canastillas eran los locales que mandó a colocar el capitán general Ricardos en el siglo XVIII en los bordes de la plaza mayor de Caracas para alquiler de los vendedores. Allí se colocaban desde depósitos de artículos hasta barberías, venta de aguardiente, pulperías, inclusive tráfico sexual (...) Son los locales que estaban en las arquerías", e inmediatamente lo ejemplifica (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10212011113767741&set=oa.10151736546552039&type=3&theater).
Post-data: Colocados también en uno de los álbumes del grupo Caracas en retrospectiva (Facebook), Nicomedes Febres tuvo la amabilidad de aclarar el aviso del Conciso (1837): "Las canastillas eran los locales que mandó a colocar el capitán general Ricardos en el siglo XVIII en los bordes de la plaza mayor de Caracas para alquiler de los vendedores. Allí se colocaban desde depósitos de artículos hasta barberías, venta de aguardiente, pulperías, inclusive tráfico sexual (...) Son los locales que estaban en las arquerías", e inmediatamente lo ejemplifica (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10212011113767741&set=oa.10151736546552039&type=3&theater).
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