Luis Barragán
Hubo experiencias políticas, tenidas por remotas o muy remotas, que hoy sorprenderían dramáticamente a las nuevas generaciones. Con todas sus fallas y aciertos, convertidos en el eje de una sistema que reclamaba un superior estadio, los partidos fueron seguros escenarios del más variado, rico y profundo debate del que ni siquiera sospechan – principalmente – los que ahora pretenden monopolizar el poder, descompuestos al confundirse con el Estado, como ocurre con el PSUV y sus entidades subsidiarias.
Nota de exclusivo interés histórico, a modo de ilustración, medio siglo atrás, la juventud adscrita a COPEI celebró su IV Asamblea Nacional de la que resultaron electos Abdón Vivas Terán y Rubén Darío González, como secretario y subsecretario generales nacionales. Se llamaba Juventud Revolucionaria Copeyana (JRC), con propio soporte en liceos y universidades, capaz de afrontar el asedio del marxismo-leninismo que se adentró en la lucha guerrillera, al igual que de impulsar una propuesta ideológica sintetizada por la sociedad comunitaria, entre otras atrevidas para un partido integrante de la coalición puntofijista, recogidas en un documento intitulado “Una juventud para el cambio”.
A finales de octubre y principios de noviembre de 1965, surgió el escándalo. Ya la muchachada socialcristiana y el partido mismo, no serían los mismos dándole otro giro a la democracia cristiana: vencían en los comicios internos, a través del voto nominal y secreto de 172 delegados, Vivas Terán y González (avanzados), frente a las alternativas representadas por Alvaro Páez Pumar y Oswaldo Alvarez Paz (araguatos) y Joaquín Marta Sosa y Saúl Rivas (astronautas).
Incontables fueron las discusiones, incidencias, malentendidos, aciertos, yerros, conquistas, motivaciones, en torno al compromiso político de un largo período histórico que sintetizó COPEI, surgiendo – puede decirse – la otra tradición entre sus militantes, de las varias que pueden entenderse en una organización compleja: la del avanzado, marcado por el estilo de una tendencia con algunas particularidades. Complejidad que acepta los obvios matices de una inquietud duradera a la que todavía la academia ha de estudiar con hondura y precisión, como puede ocurrir con las intimidades del resto de los partidos llamados – por comodidad – históricos.

Reproducción: Información - presumimos - aparecida en "Summa" (¿1969?). Sobrevive la fotocopia de muchos años. Tiempos en lo que no había otro medio reproducir las piezas, con una máquina que fallabaen la vieja sede de la Hemeroteca Nacional (Mucubají).
Fuentes:
http://www.diariocontraste.com/rio-arriba-por-luis-barragan-luisbarraganj/
http://www.lapatilla.com/site/2015/10/05/luis-barragan-rio-arriba/
http://hoyennoticias.com.ve/luis-barragan-rio-arriba/
http://titles.ws/venezuela/ve2015100511934984196857.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario