
Por supuesto, una superior consideración requiere de la consulta de dos fuentes extraordinarias y también encontradas: el diario La Religión y la revista SIC. Habría que añadir la incursión de los sacerdotes a medios diferentes a los religiosos, fueren de naturaleza general e informativa o de un militante compromiso político.
Juan Pablo II dejó una inmensa huella tras su doble visita al país, como Juan XXIII es recordado como el gran iniciador del Concilio. Entre ambos, está Pablo VI, cuyas encíclics y cartas pastorales llamaron tanto la atención de esos sectores políticos determinando y legitimando posturas - a veces - harto audaces. LLegó a Bogotá para el CELAM, siguió las pautas del poder vaticano, pero sentimos que, aparte de Juan Pablo II, despertó una mayor inquietud en los términos ideológicos de una búsqueda que luego se apagó.
Son impresiones que quedan pendiente para una posterior reflexión. De la historia eclesiástica también se desprendieron indirectos movimientos sociales que perdieron su inicial vigor.
LB
Reproducciones: Élite, Caracas, nr. 1920 del 29/06/1963 y nr. 1967 del 08/08/1963.
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