lunes, 14 de abril de 2014

CORDERO DE DIOS

NOTITARDE, Valencia, 13 de abril de 2014
"Caminando con Cristo"
¿Cuál es el origen de la Semana Santa?
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

Muchas personas desconocen el sentido de lo que los cristianos católicos llamamos "la Semana Santa", que tiene su origen en la Pascua inaugurada por Cristo con su Pasión,  Muerte y sobre todo su Resurrección. La Pascua de Cristo coincidió con la Pascua o fiesta pastoril de los judíos que duraba siete días y en la cual se ofrecía o inmolaba un cordero ante el altar, cuya sangre derramada simbolizaba el perdón de los pecados y la bendición para el pueblo; además, se realizaba en esta semana la cena pascual. Dicha semana se celebraba a partir del 14 de Nisán (que es el primer mes del calendario religioso judío, correspondiente a nuestro marzo-abril. Del 14 al 21 de Nisán se celebraba la fiesta de pascua). Cristo en la Última Cena (celebrada el Jueves Santo) unió la pascua judía con su propia Pascua; porque ahora no será la sangre de un animal la que salvará de los pecados o traerá la bendición al pueblo; sino que ahora su sangre derramada en la cruz, de una vez para siempre, librará a la humanidad de todos los pecados; traerá la bendición perfecta de Dios Padre. La Cruz será la mayor prueba de amor de Dios por la humanidad que fue capaz de entregar a su propio Hijo, siendo inocente, para rescatar al ser humano que era y es esclavo del pecado; ese ser humano que lleva y experimenta dentro de sí la división entre el bien y el mal, entre vida y muerte, entre esclavitud y libertad, entre virtud y miseria. Por eso, a partir de aquel Viernes Santo, en que Cristo entrega su vida por la vida del mundo y de cada ser humano de ayer y de hoy; se nos sigue ofreciendo la Salvación y así, en nuestro aquí y ahora, cada persona que crea y acepte a Cristo como Dios y Hombre verdadero, que crea que Él es el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" y viva de acuerdo a su Palabra que se resume en amor, que se acerque con fe al Sacramento de la Eucaristía y de la Confesión, ese hombre recibe la libertad, la liberación de sus pecados, actualiza en su vida aquello que Jesús hizo y celebró de una vez para siempre. Por tanto, Cristo con su Pascua superó al cordero inmolado por los judíos, estableció en la Cruz y con su Resurrección una Nueva Alianza centrada en el amor y dejó como memorial la Eucaristía, actualización del mismo sacrificio realizado en la Cruz.
La Semana Santa, es también para la Iglesia Católica, la fiesta por antonomasia, la fiesta sobre todas las fiestas. En ella celebramos el paso de Cristo por este mundo (eso significa la Pascua = paso), que con su pasar de la muerte a la vida, nos señala nuestra nueva situación; no estamos condenados al pecado, a la oscuridad, a la muerte eterna, sino que estamos llamados a la gracia, a la luz, a la vida sin fin que Él nos conquistó con su Pasión, Muerte y Resurrección y que cada hombre o mujer va asimilando en la medida que pasa del pecado a la vida en Cristo; es decir, a vivir de acuerdo a la fe, la esperanza y el amor; sobre todo esto último, porque quien ama cumple la ley entera y vive el mensaje central del cristianismo y el amor no tiene límites ni fronteras e implica la donación y entrega total, sin reservas, sin discriminación; como lo hizo y nos sigue enseñando Nuestro Señor, Jesucristo.
Toda celebración de la Iglesia Católica es celebración del misterio pascual; es decir, tiene su raíz, su fundamento en lo que Cristo realizó de una vez para siempre, tiene su centro en aquella primera Semana Santa y que ahora llega a nosotros por la fe, por los sacramentos que actualizan, sobre todo en la Eucaristía celebrada cada domingo, lo que Cristo realizó. Por eso, cada día es pascua, paso del Señor por tu vida y mi vida, oportunidad para cambiar, para aceptar a Cristo como único Dios y Salvador.

La Semana Santa celebrada litúrgicamente, como lo hacemos los cristianos católicos desde hoy con el Domingo de Ramos, nos recuerda e introduce en la Pasión de Nuestro Señor, Jesucristo; el Jueves Santo celebramos el día del sacerdocio e institución de la Eucaristía, el Viernes Santo recordamos la Muerte de Cristo y el Sábado Santo o de Gloria, entonamos Aleluya, Gloria, porque Cristo ha resucitado y nos garantiza así nuestra futura inmortalidad. El Sábado Santo, con la Vigilia Pascual, nos introduce en el domingo, día de la Resurrección de Cristo que vence a la muerte y al mal. Los cristianos seguimos y creemos en un Dios que vive, que es la Vida y da Vida y es Cristo Jesús.
IDA Y RETORNO: El Jueves Santo es día del sacerdocio; desde ya quiero felicitar a nuestro Arzobispo y a todos mis hermanos sacerdotes, que celebraremos ese día la Eucaristía entorno al pueblo fiel; al pueblo de Dios que se nos ha confiado; ocasión para orar unos por otros y vivir la fraternidad y al mismo tiempo momento propicio para que el pueblo santo de Dios reafirme su compromiso de seguir orando por sus pastores y pedir más vocaciones y la perseverancia de los buenos seminaristas para que lleguen a ser santos sacerdotes.
En esta Semana Santa oremos de manera especial por Venezuela, para que Cristo, Nuestro Señor nos bendiga con la paz, el progreso, la unidad, la justicia y el bienestar para todos.

Cfr. Isabel Vidal de Tenreiro: http://elimpulso.com/articulo/buena-nueva-palmas-para-que#
Pieza: Hermanos Gao.
Fotografía: María F. Sigillo, Iglesia de Prados del Este (Caracas, 13/04/14).

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