miércoles, 4 de diciembre de 2013

INRESIGNABLES

EL IMPULSO, Barquisimeto, 01 de diciembre de 2013
Antonio Pasquali: Hay que temerle a la resignación al régimen
Pacífico Sánchez

Estas elecciones del próximo domingo 8 de diciembre son de vida o muerte, porque si no logramos cambios en las alcaldías y concejos, aquí se nos instala un régimen de sátrapas, como el peronismo que tiene 58 años en Argentina o un castrismo que lleva más de medio siglo en Cuba, advierte el Dr. Antonio Pasquali.
El reconocido comunicólogo considera que los resultados electorales no pueden quedar entre un claro oscuro, indefinido, que nos conduciría a prolongar la situación que hemos estado viviendo últimamente en que la gente, en todas partes, hace inmensas colas para adquirir cualquier producto que necesita.
Yo le tengo miedo a que haya una creciente resignación al acostumbramiento de la situación que se nos está presentando, porque eso es típico de los regímenes comunistas.
Cuando la gente se resigna a que es difícil conseguir los alimentos, termina agradeciéndole al Gobierno que un día consigue cualquier producto que necesita, como si se tratara de una gran cosa.
"¡Qué bueno es el Gobierno! Hoy habrá harina precocida, aceite y huevos”, dirán los consumidores. Eso es, precisamente, lo que ellos están buscando.
Está comprobado que todas las dictaduras someten a la gente por el estómago.
Aplicación del garrote vil
El Dr. Pasquali y el profesor Andrés Cañizález vinieron a Barquisimeto para presentar en la Sala Alternativa, de la Fundación Juan Carmona, en la sede de EL IMPULSO, el libro Saldo en Rojo, escrito por ellos y otros 18 comunicadores, historiadores y otros intelectuales, quienes analizaron el empeño puesto por Hugo Chávez en controlar los medios.
Al respecto, le preguntamos, ¿cómo observa la situación que se está presentando actualmente, cuando el Gobierno amenaza con multas por publicación de informaciones, acusa a periodistas de generar violencia y pretende ocultar la realidad de lo que se está viviendo?
-Para describirla yo uso el símil del garrote vil, que se usaba en la España imperial para los enemigos pobres. Porque a los enemigos de alcurnia, el castigo consistía en cortarles la cabeza con espada. A?los pobres se les ponía un garrote en el cuello y se les iba apretando poco a poco hasta causarles la muerte.
La situación actual de los medios ante el gobierno autocrático es de la aplicación del garrote vil. Cada día se le está apretando con mayor fuerza al cuello.
Ahora me he enterado, durante una visita hecha a una televisora, que el Gobierno está girando instrucciones por teléfono, mediante las cuales se ejercen las restricciones. No las hacen por escrito, porque ni siquiera se atreven a escribirlas y eso es típico de los gobiernos fascistas, los cuales no dejaban rastro alguno escrito sobre sus órdenes. Pero, cada día aplicaban una dosis mayor para llegar hasta lo que se conoció como la asfixia. Y esto precisamente es lo que ha venido ocurriendo en Venezuela.
Ya el dial radial es todo del Gobierno, prácticamente. Igual está pasando con los canales de televisión. El principal líder de la oposición, Henrique Capriles, se quedó sin imagen televisiva y sin voz en las emisoras radiales. Su concentración realizada el domingo pasado en Caracas fue transmitida por Globovisión, pero en imágenes que duraban pocos segundos; y, por supuesto, nada por radio. Evidentemente, no aparece en las pantallas. Esta es, por supuesto, una situación muy grave para un sistema democrático y, por lo tanto, podemos decir que ya no somos una democracia, porque no existe el pluralismo en ninguna parte, como se puede comprobar en el ámbito de la comunicación.
En la visita hecha a la televisora me informaron que está prohibido mencionare la palabra escasez; es decir, que no se puede hablar de ese problema y, en consecuencia, no hay información sobre la falta de productos alimenticios o de cualquier otro tipo.
A punto de pedir el linchamiento
-Pero, esas restricciones comenzaron cuando Hugo Chávez desató su campaña contra la medios, al mismo comienzo de su Gobierno. Incluso, llegó a decir en una cadena al caricaturista Pedro Zapata, ¿cuánto le habían pagado por una de sus caricaturas y calificó de panfletos a un diario nacional. ¿No es una demostración de que Maduro sigue las directrices de su antecesor?
-Este es el coletazo de algo que adelantó mucho Chávez, quien en un momento prácticamente se puso a pocos milímetros de pedir el linchamiento de un periodista, de El Universal. Sólo le faltó decir el nombre; pero, todo lo demás lo dijo. Chávez no quería opositores, simplemente. Y bajo su reinado se forjó la doctrina de la hegemonía comunicacional.
Caso único en la historia
-¿Cómo se explica que Chávez haya hecho tanto abuso con las cadenas?
-Chávez es un caso único en la historia de la humanidad por su comparecencia ante las cámaras y los micrófonos. Superó 50 a 1 a sus predecesores: Mao, Fidel Castro y los demás. Según mis cálculos, estuvo en pantalla, en promedio, 56 minutos diarios desde el primer día de su Gobierno hasta que se despidió, generalmente despotricando contra todos sus enemigos.
Ningún dictador ha hablado tanto. Y en cuanto al acoso al gremio de comunicadores que disentía de su criterio político, Chávez fue un militar intolerante como todo militar intolerante de este continente. No era ninguna excepción. Un militar golpista que en lugar de casarse con la tesis de la extrema derecha se le ocurrió casarse con la tesis de la extrema izquierda. Pero, la diferencia no es muy grande.
Presidente para una fación
-¿Considera su lenguaje demoledor?
-Yo lo he denunciado y señalado, incluso, las maromas que hacía para dar el saludo de navidad y despedida de año, pero sólo a su gente, no para todo el país. Él nunca se sintió presidente de todos los venezolanos... Era presidente de su fación, a la cual saludaba, le deseaba feliz año y lo peor a sus enemigos. Moldeó el traje de los insultos a Maduro, quien es su epígono.
-¿No cree que lo está rebasando?
-Sí, sí. En el insulto es Maduro un buen alumno.
Estas elecciones del próximo domingo 8 de diciembre son de vida o muerte, porque si no logramos cambios en las alcaldías y concejos, aquí se nos instala un régimen de sátrapas, como el peronismo que tiene 58 años en Argentina o un castrismo que lleva más de medio siglo en Cuba, advierte el Dr. Antonio Pasquali.
El reconocido comunicólogo considera que los resultados electorales no pueden quedar entre un claro oscuro, indefinido, que nos conduciría a prolongar la situación que hemos estado viviendo últimamente en que la gente, en todas partes, hace inmensas colas para adquirir cualquier producto que necesita.
Yo le tengo miedo a que haya una creciente resignación al acostumbramiento de la situación que se nos está presentando, porque eso es típico de los regímenes comunistas.
Cuando la gente se resigna a que es difícil conseguir los alimentos, termina agradeciéndole al Gobierno que un día consigue cualquier producto que necesita, como si se tratara de una gran cosa.
"¡Qué bueno es el Gobierno! Hoy habrá harina precocida, aceite y huevos”, dirán los consumidores. Eso es, precisamente, lo que ellos están buscando. Está comprobado que todas las dictaduras someten a la gente por el estómago.
Estamos siendo gobernados por un sátrapa
Cuando el Dr. Pasquali habla de la resignación a un régimen observa, como filósofo y conocedor de la realidad política, que lo peor que puede ocurrir es que la gente se haga displicente, despreocupada, sin interés por la política e internalice todos los problemas. Que no le importe votar, ni tampoco que las cosas que suceden, empeore. En este sentido, la crisis no es un asunto que podría hacerlo pensar y reaccionar.
Eso, explica, fue lo que ocurrió a la muerte de Alejandro Magno: se derrumbó el imperio, vinieron a gobernar los sátrapas.
En estos momentos estamos siendo gobernados por un sátrapa al estilo de aquella época. En aquel entonces, la humanidad reaccionó inventando una intimidad. Las dos grandes filosofías de aquella época, el estoicismo y el epicureísmo, son las del yo, las de la intimidad: no te ocupes más de problemas, piensa en tu cotidianidad, en tu tranquilidad, en tu personal felicidad. Trata de vivir como puedas. Aquellos que trasciende se lo dejas a los que están gobernando. Tú aceptas la vida que se te presenta.
-¿Cuál es su consideración en torno a la decisión tomada por Nicolás Maduro de crear un organismo para la felicidad de la población, precisamente en momentos en que la gente anda desesperada por conseguir los productos alimenticios?
-En primer término, eso es una ridiculez, porque nadie puede decretar la felicidad; en segundo lugar, no puede confiársela a una rama del poder Ejecutivo; y tercero, el Presidente ordena a sus subalternos, a quienes designa para cumplir su decreto, producir felicidad suprema y social. No acepta la felicidad a medias. Y la felicidad social es una entelequia que no existe. La felicidad ha sido siempre, en todo el pensamiento de la humanidad, un asunto atinente a lo individual, no a lo colectivo.
En este sentido, los griegos forjaron el concepto de concordia, que todavía es tan importante para nosotros. Al respecto conviene señalar que Francia y Venezuela construyeron dos plazas de la concordia, donde tumbaron viejas cárceles. Es por ello que es ridículo crear un vice-ministerio para lograr la felicidad suprema y social, porque eso es imposible de lograr mediante una decisión gubernamental.
-¿Cuando Maduro insiste en llamar supremo comandante a Chávez, está tratando de crear una idolatría?
-Eso es un engendro de la doctrina ceresoliana de la unidad cívico-militar. En el fondo termina siendo una militarización de la vida civil, que se expresa en la colocación de unos 4 mil militares en puestos de mando civiles. Incluso, el CESPA está en manos de un general. ¿Cuál es el resultado que se espera? Que se nos está militarizando hasta en los términos semánticos. Sus expresiones se corresponden con la vida militar, tales como comandos, brigadas, órdenes, patrulleros.
El lenguaje que se está utilizando es de importación cubana. Los cubanos tienen 50 años de experiencia acumulada en esa materia. Aquí estamos viviendo una colonización mental por obra de la inteligencia cubana. Están aplicando lo que en Europa llamaban intoxicación mental, propio del fascismo y comunismo.
Hegemonía comunicacional
Usted ha hablado de la forma como el Gobierno ha venido ejerciendo control sobre la radio y la televisión. ¿Realmente ha podido implantarse la hegemonía comunicacional?
-La audiencia es casi nula. En el mejor de los casos llega al 4 ó 5 por ciento de sintonía. El problema es que ya ahora usted recorre el dial y no hay sino mensajes puramente chavistas, prácticamente. Todo el tiempo predomina en los medios la neutralidad, la autocensura; es decir, la oposición ya no está presente como lo estaba hace diez años. Porque el Gobierno ha venido aplicando el chantaje. Si no, compra el medio, pura y simplemente. Ha continuado su campaña liquidadora que comenzó con Globovisión y acaba ahora de liquidar la 97.7 emisora cultural. Así seguirá.
La política abierta y declaradamente hegemónica de este Gobierno da una idea de sus equivocaciones. Porque el cambio que debió producirse era el del servicio público, que no fuera ni Gobierno ni privado; pero, no se hizo. Se limitó a quitarle la hegemonía al sector comercial, que obviamente lo tenía.?Las cuñas comerciales fueron sustituidas por las ideológicas. Cuando se escucha una radio del Gobierno, da vergüenza lo que uno oye. Ahora todo está relacionado con el régimen. Antes se escuchaban por las radio propagandas sobre Viceroy o cualquier otro producto, pero ahora lo que escuchamos a cada instante es que el Presidente es el hombre más magnífico del mundo, que la revolución avanza. Y fuera de eso, no se puede discutir con ningún chavista, porque se consideran dueños de la verdad. No aceptan críticas.
Perfil
El Dr. Antonio Arnaldo Pasquali Greco está reconocido como uno de los comunicólogos más importantes del continente americano. Nació en Rovalto (Brescia), Italia y emigró con su familia a Venezuela cuando tenía 18 años, obteniendo la naciona-lización en 1955. Estudió filosofía en la Universidad Central de Vene-zuela y se doctoró en La Sorbona, de París, en 1957. Cursó además estudios en las universidades de Oxford y Florencia. Desde su cáte-dra de filosofía moral y comunicación social en la facultad de Humanidades y Educación de la UCV, orientó su trabajo de investigación y formación hacia los procesos de comunicación y medios masivos. Creó el Centro Nacional Audio-visual del Ministerio de Educación en 1958 y el Instituto de Investi-gaciones de la Comunicación de la UCV. Fue subdirector de la Unesco para el sector comunicación.
Fotografía: Fotos: Armando Llamozas

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