lunes, 11 de junio de 2012

EL ACUERDO PARLAMENTARIO

De los aniversarios
Luis Barragán


Indigestos por la inescrupulosa propaganda y publicidad gubernamental, que deja en pañales lo que un día descubrimos en la clásica obra de Vance Packard, es necesario recordar que la patria no nació en 1999.  La hicieron miles de hombres y mujeres, más civil que militarmente, después del inevitable escenario independentista.

Los muchos errores también explican los aciertos recibidos en herencia, importando más la interpelación que pueda suscitar en el presente. Por ello, es necesario recordar el aporte de insignes venezolanos, con las claridades y obscuridades de toda obra humana, y – en lo posible – suscitar un mínimo de interés entre quienes aún creen que el país surgió de una caja de detergentes, es un producto sellado al vacío, o su propia identidad básica de un decreto habilitante.

El dato aniversario luce como un magnífico pretexto para avisar de los hechos y protagonistas que hicieron posible la república.  Por muy polémicos que fuesen, aunque la noticia no incumba directamente a muchos, luce conveniente – por lo menos – darla, sin que presumamos de un calendario y un santoral que fuerce la atención de todos, como ocurre en las naciones sometidas al yugo totalitario.

El centenario del nacimiento de Vicente Gerbasi, a cumplirse en 2013, ya moviliza a la academia, como lo hizo con Guillermo Meneses en su momento. Gloria Stolk o Alejandro “Patón” Carrasquel, a un siglo de nacidos,  por los meses que corren, suscitarán también semejante inquietud, pero – igualmente – lo deseable es que la instancia parlamentaria formalice y haga suyo tales motivos, como probablemente surgirán sendos acuerdos por el cincuentenario del llamado “Porteñazo” o “Carupanazo”, tan afines al perfil político y quién sabe si ideológico de la bancada mayoritaria.

La Asamblea Nacional ha votado acuerdos similares, aunque orientados fundamentalmente a la estridencia de sus consignas. Empleo detestable, sesgándolos hasta el hartazgo, poco importa que el aniversario sea impar, un año o unos meses más, pues se valen de la oportunidad para rasgarse las vestiduras en nombre de alguien que reclaman como intransferiblemente propio.

Ocurrió una vez con César Rengifo en la plenaria de la Asamblea Nacional, de quien no dudamos en resaltar sus contribuciones, pero nos vimos obligados a recordarles la salutación al cumpleaños de Simón Díaz, aprobada por unanimidad nuestra propuesta, como bien lo merecía Alexis Márquez Rodríguez y sus ochenta años. Digamos de una manera de afrontar esa obstinada manipulación de fechas, con olvido de un destino que compartimos todos, que – delito patrio -  sincera sus posturas.

Propusimos pacientemente, la celebración del centenario de Guillermo Meneses en noviembre próximo pasado y aún luchamos por materializar el acuerdo unánimemente aprobado por la Asamblea Nacional, a estas alturas del año. Hay un exceso de retórica, hincado sobre  el país bicentenario que, a la vez, es invención absoluta de la mal llamada quinta república.

Lejos de pretender al parlamento como una fábrica gótica de acuerdos celebracionales, lo preferimos como una sencilla instancia de reconocimiento de los aniversarios – subrayemos- excepcionales, con la sobriedad que reclama un cuerpo inevitablemente plural. La academia, a través de sus actividades rutinarias, avisa de las fechas más importantes: no obstante, al sesionar esporádicamente, ni siquiera la Comisión Permanente de Cultura ha podido considerar y llamar la atención sobre la reciente muerte de compositores de extraordinario arraigo popular como Cruz Felipe Iriarte y Luis Cruz, autor éste de la canción cumpleañera que es parte de nuestro patrimonio identitario.

Asunto quizá accesorio o secundario para muchos, los acuerdos parlamentarios deben reorientarse cuando se hable de fechas y personalidades importantes, contribuyentes a una historia común. La idea está en no olvidarlas, pero tampoco en una proliferación de proyectos que tengan por único motivo hacer uso de la tribuna de oradores y dispararse un panegírico, con el gesto nada lacónico, para llamar la atención desde esa fogata del sectarismo que consume al PSUV.

Fotografía: Marcha de apoyo a Henrique Capriles Radonski, tomado de uno de sus perfiles de Facebook (11/06/12).

Fuente: http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/12021-de-los-aniversarios

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