martes, 7 de febrero de 2012
TENTATIVA DE DEFINICIÓN
Socialismo Siglo XXI
Las empresas capitalistas sólo aspiran y actúan en función de acumular año a año más capital
JOSÉ GREGORIO VIELMA MORA | EL UNIVERSAL
sábado 21 de enero de 2012
Un hecho inequívoco de la transculturización es cuando la clase media, ignorando su origen y sus intereses económicos, sale en defensa del gran capital en desmedro del Socialismo del Siglo XXI, liderado por el Comandante Hugo Chávez.
Mediante una hegemonía comunicacional-cultural se hace creer a esa clase media que las bondades económicas devienen de una economía de libre mercado, cuando lo cierto es que ese libre mercado sólo sirve a los intereses de sus empleadores.
Mientras la clase media es asalariada, el capitalista vive de la renta y su acumulación continuada de riqueza es a costa del trabajo de aquélla. Las empresas capitalistas sólo aspiran y actúan en función de acumular año a año más capital, aunque para ello deban incurrir en estafas bancarias, inmobiliarias o retengan productos para crear escasez artificial y pretender licencias de importación aumentando exageradamente los precios.
Frente a esta vorágine que destruye el poder de compra del hombre pobre y de la clase medida, y que además es capaz de entregar, como en efecto sucedió, nuestra riqueza petrolera de la faja del Orinoco, surge el Socialismo del Siglo XXI, bajo principios autóctonos que no pretenden copiar experiencias foráneas anteriores.
Buscamos y lo estamos logrando un mecanismo de tránsito hacia una sociedad que procure, como lo dijo el Libertador, una mayor suma de felicidad al pueblo. Ello, como bien lo expresa Giordani, consiste en ir sustituyendo las empresas del gran capital por empresas que democraticen la producción, donde se sustituya el afán de acumulación de capital, por una mayor satisfacción de necesidades del pueblo. Mientras ese tránsito se va cumpliendo, el Estado soberano, sin injerencias foráneas en el manejo de sus riquezas, debe ir satisfaciendo las necesidades de los excluidos sacándolos de ese estatus.
Simultáneamente, debe salir en defensa de la clase media cuando el capital rentista -su enemigo natural-, como fue el caso del pago a los ahorristas de los bancos quebrados y saqueados. También el caso de las estafas inmobiliarias, al punto de promulgar una ley donde se incluye la responsabilidad del financista.
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