viernes, 22 de octubre de 2010

pim pam pom pum (g)


EL NACIONAL - Viernes 22 de Octubre de 2010 Escenas/3
LIBRO Editorial Puntocero presentó la reedición de Pim pam pum
Alejandro Rebolledo: letras, cosmopolitismo y violencia
Para el autor, más interesante que su única novela es la historia de las vueltas que ésta ha dado
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Sentado en una mesa de Café Olé sin grandes pretensiones, vestido de jeans y franela y fumando uno tras otro cigarrillos Lucky Strike, Alejandro Rebolledo parece un europeo, quizá un hombre de mundo o, como a él mismo le gustaría decir, un cosmopolita.

Hay que aclarar, sin embargo, que el suyo es un "cosmopolitismo" en los términos expuestos por Ulrich Beck, autor de La mirada cosmopolita o la guerra es la paz, que concibe la vida como un espacio de nuevas experiencias vinculadas con la globalización y que precisa del reconocimiento de las múltiples identidades que coexisten no sólo en cada comunidad y nación, sino dentro de cada individuo.

Al leer la cita, a alguno le costará reconciliar a este treintón que estudia Psicología Social en Barcelona con la del chico rebelde que escribía para la revista Urbe y que publicó en 1999, gracias a su editorial asociada, la novela Pin pan pun. Pero el tiempo pasa, incluso para el hombre que era las ruedas de la movida cultural alternativa del fin de siécle, desde las fiestas rave hasta las librerías.

Segundo aire. Rebolledo está en Caracas porque ayer se presentó en la Feria del Libro de Baruta una reedición de su novela, que hizo Puntocero y que fue el tema de una conferencia en la que participó, además del autor, el periodista Boris Felipe. La nueva edición cambia su título a Pim pam pum, con "m", como suena la onomatopeya que alude al sonido de los tiros.

Allí Rebolledo le hundió el dedo en la llaga a la ciudad hasta sacarle sangre, al contar una red de historias que toman como eje la de Luis, el quemao de Los Palos Grandes, y el secuestro de Ana Patricia Mendoza, la hija del dueño del diario El Guardián, pero por la que pululan las anécdotas de personajes basados en otros reales que conoció en la década de los años noventa como parte de sus aventuras por la urbe: "La ciudad era tétrica y vacía.

Se vivía un talante premonitorio de lo que venía. Todo estaba en el aire. La resistencia a mirarse y a entender quién era uno, a proponer y a aceptar proyectos. Y aunque ahora Caracas parece estar peor y hay un ánimo derrotista por la crisis, yo la noto viva, porque hay vida intelectual, que es lo más importante".

Fuera del club. A pesar de las críticas en su contra, en 1999 Pim pam pum fue una de las 10 finalistas en la XI edición del Premio Rómulo Gallegos, concurso que finalmente ganó Los detectives salvajes de Roberto Bolaño.

"La novela tiene una historia propia, porque en lugar de abrirme puertas me las cerró, porque a nadie más le interesó publicarla, y eso tuvo que ver con el club de intelectuales de este país, que no aceptaba los cambios. Una actitud que hoy ha cambiado completamente", recuerda el periodista.

Rebolledo desestima que la oposición a su novela dentro del jurado del Premio Rómulo Gallegos tuviera que ver con sus propuestas literarias: "Les molestaba que la novela proviniera de una revistucha juvenil que vendía libros en los kioscos. No habían entendido que el mundo había cambiado fundamentalmente con Internet y que el contenido no tenía valor porque lo hacía todo el mundo. ¡Pero si es ese mismo concepto el que nos puso en crisis a los periodistas y a los escritores! El libro del mundo dejó de ser un club privado para los exquisitos".

Para Rebolledo, el secuestro que cuenta su novela es una metáfora de muchas cosas, pero por encima de todo del país que él vivió en aquella época, en el que se respiraba una descomposición imperante tapada por la indiferencia de muchos. Lo que le parece más importante de su propuesta es la capacidad de sus protagonistas para vivir en el olvido: "Como habitando una especie de anarquía momentánea y temporal. Así era este país en la década de los años noventa".

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