
San Lucas, 13: 22-30
En su homilía de hoy, el Padre Álvaro Lacasta (SJ) versó sobre dos verdades importantes y trascendentes: la fe y el ejercicio que conlleva.
Dios es el vértice de nuestra existencia y nos da el mejor regalo: la fe. Dudar no constituye ningún pecado.
El amor de Dios es bonito, optimista, esperanzador, pero también duro y exigente. No es signo de su voluntad despótica, sino espacio de libertad. Es un amor universal y sin fronteras.
Andar el camino estrecho ayuda con una fe dura y exigente, no sustituible por la idolatría. Con coraje. La puerta es estrecha.
Imagen: El Maestro Carlos Cruz- Diez
No hay comentarios:
Publicar un comentario